sábado, 18 de abril de 2009

Las Termas Romanas

Las termas se convirtieron no sólo en un hecho importante para la salud pública, sino en un bien común, un centro de reunión accesible a personas de cualquier condición. Y aunque existían las termas privadas, en su mayoría pertenecían al Estado. Los ciudadanos pagaban un módico precio por la entrada.

Las termas no eran sólo baños sino un conjunto lúdico y de ocio con diferentes edificios, gimnasios, museos, jardines, estadios y bibliotecas; era en el centro donde se encontraban propiamente los baños. Hombres y mujeres compartían los diferentes baños pero con diferente horario. También tenemos constancia de termas destinadas a hombres y mujeres pero en espacios separados.

Lo primero que se encontraba al entrar a este conjunto de edificios eran los Apodyteria o lo que es lo mismo los vestuarios donde los bañistas dejaban sus ropas. Había un banco corrido y en la pared unos huecos sin puertas, donde se depositaban las ropas y los objetos personales, que quedaban vigilados por un esclavo.

Antes de entrar a las salas de aguas termales, los visitantes se dedicaban a realizar ejercicios físicos en la palestra, patio central al que se abrían todas la demás estancias donde los romanos desnudos hacían ejercicio cubierto de aceites y ceniza o arenas para protegerse del sol. Además había también una natatio, donde los atletas practicaban el deporte. Estaba principalmente, al aire libre.

natatio-ilici.gif

Pasado ese momento de ejercicio y cuando estaban ya fatigados era cuando entraban en la zona de baños, primero al tepidarium, sala caldeada pero tibia, para ir acostumbrando al cuerpo a una nueva temperatura. Pero, anteriormente habían limpiado sus cuerpos en el labrum, especie de bañera con un pie, con un instrumento dedicado exclusivamente a estos menesteres, llamado estrígilo.

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Después entraban en el caldarium y luego al frigidarium para un baño frío, pues la temperatura bajaba en picado. Esta sala permitía descongestionar los músculos. Posteriormente y si querían, un esclavo dedicado a ello, unctor, podía darles masajes con aceites y esencias perfumadas. Esto se realizaba en una sala específica llamada unctorium.

También tenían una habitación caliente y seca, el laconicum o sudatorium reservada a darse baños de vapor. Sala con temperaturas de 65º más o menos, equivalentes a nuestras saunas secas. Los romanos limpiaban aquí su piel a fondo. Las imágenes siguientes pertenecen a un tepidarium, un caldarium, un frigidarium y un laconicum respectivamente.


Fuente: http://sunnymolina.wordpress.com/2007/11/16/las-termas-romanas/

viernes, 17 de abril de 2009

Mitología Griega

Afrodita/Venus

Afrodita/Venus

Es la diosa del amor. Nacida de la espuma del mar de Chipre fecundado por los genitales del Cielo/Urano, arrojado allí por su hijo Crono/Saturno después de haberlo castrado. Afrodita es la "Amante de la sonrisa", "trenzadora de engaños".

Durante el juicio de Paris, nada pudo la majestad de la diosa Hera ni la belicosidad de Atenea frente a su seductora belleza. Fue la protectora de Paris y de Troya, y luego del héroe latino Eneas, el hijo de Anquises y fundador simbólico de Roma.

Es también la fecundidad en la naturaleza vegetal y animal. La lasciva paloma es su ave. Su hijo es Eros-el latino Cupido-caprichoso flechero de dos dardos: uno para los amores felices, para los desgraciados el otro.

ApoloApolo

El dios de la luz, hijo de Zeus y de Latona, nació en la brillante, errática isla de Delos. Se asentó en el santuario de Delfos, tras haber dado muerte a la serpiente Pitón, y estableció allí su principal oráculo como dios de la adivinación y la mántica.

Es también el dios de la música, de la medicina y de la poesía y como tal preside el coro de las nueve Musas,"coronado de violetas", que viven en el monte Helicón. Su más famoso precepto fue una sensata recomendación psicológica: "Conócete a ti mismo".

Ares/MarteAres/Marte

Ares simboliza y es la guerra. Hijo de Zeus y de su legítima esposa Hera, el impetuoso y fornido Ares no conoce el combate amigos ni enemigos, destruye a todos sin distinción. Por eso Atenea, defensora de la guerra justa, detesta al dios de la guerra gratuita.

En ninguna parte de Grecia es bien recibido ni honrado. Es muerte, dolor y destrucción. Algo fanfarrón por sus músculos, obtiene el amor de la bella Afrodita, descontenta de su lisiado esposo, el cojo Hefesto. Cuando los dos amantes fueron sorprendidos en el lecho, sólo las diosas-por pudor-se perdieron el espectáculo mientras todo el Olimpo retumbaba con una risa inextinguible.

Artemis/DianaArtemis/Diana

Hermana de Apolo, amante de los bosques y de la caza.

Diosa de la virginidad y de los prados no hollados por el pie del pastor, a la que desagrada la sola presencia del varón.

Su más ferviente adorador es el casto y desdichado Hipólito.

Cazadora certera, no duda en castigar a quien osa contemplar su virginal desnudez: eso es lo que le ocurrió a Acteón quien, por su atrevimiento, fue transformado en ciervo y devorado por sus propios perros.


Atenea/MinervaAtenea/Minerva

La diosa Atenea es la inteligencia, y por eso se la hace nacer de la cabeza de Zeus. Es la diosa consejera y protectora de la ciudad y de las instituciones políticas.

Introdujo en el Atica el olivo como símbolo de la civilización, y es también la patrona de los hábiles artesanos.

Su ciudad es Atenas y su templo es el Partenón. Diosa de la guerra justa. Su dúctil carácter cuadra a la perfección con el del astuto Odiseo, ese héroe de múltiples recursos, el artimañero.

Dionisio o BacoDionisio/Baco

El dios más joven y desenfadado se incorporó al selecto grupo de los Olímpicos en épocas más recientes. Es el dios de la vid y de la yedra, del delirio, del entusiasmo, del éxtasis, de la danza, de la tragedia y de las fiestas. Dos veces nacido (de su madre, Sémele, y del muslo de su padre, Zeus) fue criado por el deforme Sileno.

Los romanos le llamaron Liber: liberador de penas y de prejuicios. Armado con el nada belicoso tirso, su culto conquista Grecia y las tierras de Asia hasta la India, precediendo a Alejandro Magno. A su regreso a Tebas se presenta con el cortejo de sus adeptas bacantes en su ciudad natal, donde asistimos al castigo del impío Penteo. Baco no perdona.


Hades/PlutónHades/Plutón

Inexorable e invisible es Hades, dios de la muerte. Nadie ha visto su faz y sobre él caben todo tipo de especulaciones. Son sus dominios las insondables profundidades del Erebo, el lote que le cupo en el reparto, cuando Zeus se hizo cargo de cielo y Poseidón de las aguas. El can Cerbero-perro infernal de tres cabezas-vigila la entrada de su palacio: a todo el que llega le da acogida, y sólo impide la salida a quienes pretenden escapar de los infiernos.

El barquero Caronte( tan celoso a la hora de cobrar el precio por la travesía que los griegos tomaron la costumbre de enterrar a sus deudos con una moneda bajo la lengua para pagar el pasaje a la laguna Estige) le transporta los muertos. Hades es también el rico Plutón: porque la muerte sirve de sustento a la vida. Algunos lo representan con el cuerno de la abundancia (cornucopia).


Hefesto/VulcanoHefesto/Vulcano

Hijo de Hera, por quien siempre toma partido cuando ella discute con su marido, Zeus, el rey del Olimpo. Hefestos es el constructor de las sempiternas mansiones del Olimpo, es el dios del fuego, orfebre de las joyas de los dioses y de las armaduras de los héroes.

Espléndida de contemplar fue su labor en el escudo de Aquiles, el hijo de la marina Tetis. Pero su más esmerada obra fue Pandora, la primera mujer. Aunque era físicamente poco agraciado, obtuvo en cambio la mano de la sonriente Afrodita.

Hera/JunoHera/Juno

Es la legítima esposa de Zeus, malhumorada reina del Olimpo. Protectora del matrimonio, es envidiosa y a veces celosa-desde luego, con motivos-de su donjuanesco marido. Nunca perdonó al pastor troyano Paris que pospusiera su belleza a la de Afrodita en el famoso Juicio de Paris.

Odia a las mujeres amada por su marido y a los hijos que de ellas tuvo: bien lo hubo de sufrir Heracles en sus Doce Trabajos.

Hermes /MercurioHermes /Mercurio

Es el dios mensajero, el que anuncia las noticias, el protector de los caminos y guía del viajero. Hijo de Zeus y de Maya, siendo aún muy niño ya dejó sentir su espíritu inquieto y aventurero: con el caparazón de una tortuga inventó la lira y se la cambió a su hermano Apolo (a quien astutamente le había robado su ganado) por el caduceo o bastón de la concordia.

Protector del comercio y de lo que se pacta en tratos, pasa por ser el inventor de las pesas y medidas usadas en las transacciones comerciales.

Poseidón/ NeptunoPoseidón/ Neptuno

El mar " de amplio regazo" es el dominio de Poseidón, sus profundidades lo cobijan, es también el dios de las aguas continentales. Su sonrisa-como la del mar-es abierta y refrescante, pero su cólera-como la de su hermano Zeus-estremece. Infinitas criaturas habitan sus aguas: las Nereidas de argentados pies, el viejo y multiforme Proteo, las seductoras Sirenas, además de su esposa Anfitrite, hermana de Tetis.

Padre del cíclope Polifemo, odiaba al astuto Ulises, a quien tanto hizo errar por sus marinos dominios mientras regresaba a su patria Itaca después de permanecer diez años en el sitio de Troya.


Zeus/JupiterZeus/Júpiter

Desde su olímpico trono, Zeus, padre de dioses y de hombres, es el soberano de las alturas,"el que amontona las nubes", lanza el rayo y administra la Justicia. Tan sólo contra el Destino no puede combatir.

Su carácter enamoradizo le llevó a unirse tanto con diosas como con mujeres mortales, por lo que muchas grandes familias pretendieron contar entre sus antepasados con algún hijo de Zeus/Júpiter. En él se da como en ningún otro dios la mezcla de lo sublime y de lo frívolo.


Fuente: http://www.apocatastasis.com/mitologia-griega.php

El Banquete Griego


El sympósion — tradicionalmente traducido por «banquete», más literalmente «reunión de bebedores » — era uno de los entretenimientos preferido de los griegos. Comprendía dos partes: la primera estaba consagrada a la comida, generalmente bastante simple, y la segunda a la bebida. En realidad, se consumía también vino con la comida y las bebidas estaban acompañadas de (en griego) tragếmata, o picoteo: castañas, habas, semillas de trigo tostadas o incluso pasteles de miel, encargados de absorber el alcohol y de prolongar la borrachera.

La segunda parte era inaugurada por una libación la mayoría en honor de Dioniso. Después se discute o se juega a diversos juegos de mesa, como el cótabo — los convivios estaban echados en los banquetes en divanes (griego κλίναι, klínai), mesas bajas servían para depositar al comida o el tablero de juego. Bailarinas, acróbatas, y músicos podían amenizar la velada. Un «rey del banquete», elegido a suertes, se encargaba de indicar a los esclavos la proporción entre el vino y el agua en la preparación de la bebida.

Estrictamente reservado a los hombres — con excepción de las bailarinas y de las cortesanas —, el banquete es un elemento esencial de la sociabilidad griega. Puede estar organizado a instancias de un particular que convida a sus amigos o a su familia. Podía también reunir, de manera regular, a los miembros de una asociación religiosa o de una hetairía (especie de club aristocrático). Los grandes banquetes son evidentemente exclusividad de los más ricos, pero en la mayoría de los hogares griegos, las fiestas religiosas o los acontecimientos familiares eran la ocasión de los banquetes más modestos.

El banquete sirvió de marco a una verdadera literatura de género: El Banquete de Platón,el de Jenofonte, las Charlas de sobremesa de Plutarco o el Banquete de los sofistas de Ateneo.


Fuente: http://wapedia.mobi/es/Alimentaci%C3%B3n_en_la_Antigua_Grecia?t=3.

jueves, 12 de marzo de 2009

EL MITO DE LA CAJA DE PANDORA


Cuando Prometeo osó robar el fuego que portaba el dios Sol en su carro, Zeus entró en estado de cólera y ordenó a los distintos dioses crear una mujer capaz de seducir a cualquier hombre. Hefesto la fabricó con arcilla y le proporcionó formas sugerentes, Atenea la vistió elegante y Hermes le concedió facilidad para seducir y manipular. Entonces Zeus la dotó de vida y la envió a casa de Prometeo.
Allí vivía el benefactor de los mortales junto a su hermano Epimeteo que, a pesar de estar advertido de que Zeus podría utilizar cualquier estrategia para vengarse, aceptó la llegada de Pandora y, enamorándose perdidamente de sus encantos, la tomó por esposa.
Pero Pandora traía algo consigo: una caja que contenía todos los males capaces de contaminar el mundo de desgracias y también todos los bienes. Uno de los bienes era la Esperanza, consuelo del que sufre, que también permanecía encerrada en aquella caja. Y es que, por aquel entonces, cuentan que la vida humana no conocía enfermedades, locuras, vicios o pobreza, aunque tampoco nobles sentimientos.
Pandora, víctima de su curiosidad, abrió un aciago día la caja y todos los males se escaparon por el mundo, asaltando a su antojo a los desdichados mortales. Cuentan que los bienes subieron al mismo Olimpo y allí quedaron junto a los dioses. Asustada, la muchacha cerró la caja de golpe quedando dentro la Esperanza, tan necesaria para superar precisamente los males que acosan al hombre.
Apresuradamente corrió Pandora hacia los hombres a consolarlos, hablándoles de la Esperanza, a la que siempre podrían acudir pues estaba a buen recaudo.